Así será la primera base humana en la Luna

El renovado interés por la Luna, cuya exploración disfruta actualmente de una segunda juventud tras las memorables misiones de las décadas de los sesenta y setenta, nos ha devuelto a muchos la ilusión por uno de los ejercicios conjuntos de ciencia e ingeniería más apasionantes de la historia de la humanidad, la exploración espacial.

La puesta en marcha del programa Artemis durante la administración Trump supuso un revulsivo, e hizo que otras agencias espaciales pisaran el acelerador en sus proyectos de exploración lunar.

Ahora ya no consiste en demostrar quién es capaz de llegar primero, en esta ocasión los objetivos son mucho más ambiciosos, con derivadas como el establecimiento de una colonia lunar y el uso de la Luna como un emplazamiento clave en futuras misiones interplanetarias, especialmente para la esperada llegada del ser humano a Marte en algún momento de la próxima década.

Estos planes son terriblemente complejos, pues requieren de un sinfín de desarrollos de lo más diversos, y hoy nos encontramos con uno muy interesante.

Este punto, eso sí, todavía dista bastante en el tiempo. De momento, la próxima misión Artemis será la primera tripulada, y se acercará bastante a la superficie lunar, pero sin llegar a posarse en el satélite, hito que queda reservado para la posterior.

Y, desde ese punto, todavía será necesario establecer una serie de sistemas y garantizar determinados suministros, antes de que se llegue al punto de poder desplegar esta infraestructura, ya con planes de establecer una presencia permanente, o al menos de larga duración.

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